El día de hoy se cumple un año del inicio del inicio de nuestras publicaciones. El seis de octubre de 2020 sacamos nuestro primer número, después de múltiples reuniones y debates sobre nuestro nombre, nuestra misión y visión, nuestros valores, nuestros colores y forma de trabajo. Cuestiones nada sencillas, pero entre todos los integrantes de la revista logramos obtener respuestas a estas incógnitas, y así Escafandra vio la luz del día.
Mucha gente no sabe todo el trabajo y coordinación que se requiere para elaborar una revista. Creo que yo tampoco estaba 100% consciente de ello al iniciarla. Admito que al principio todo era muy caótico porque apenas creábamos formas de trabajar que nos funcionaran, y dábamos tropiezos todo el tiempo. Al principio se sentía como película de pastelazos, donde todo mundo termina embarrado y no se sabe bien quién es el culpable. Afortunadamente logramos ocultar muy bien todo el desorden tras bambalinas, y nuestra fachada siempre ha sido buena.
Obviamente de las experiencias se aprende, y con el tiempo obtuvimos una forma de trabajo muy eficiente que hoy en día tenemos muy sistematizada. Ya sabemos los típicos problemas a los cuales podríamos enfrentarnos, y cómo solucionar las situaciones más comunes. A lo largo de este año, muchos estudiantes y colaboradores de diversas ciudades han pasado por la revista. Gente muy talentosa, que se apasiona por el trabajo que hacemos aquí, y ofrecen mucho más de lo necesario. Aportan ideas, dinámicas, sus textos y entusiasmo. Hemos crecido consistentemente y actualmente mucha más gente nos conoce.
Es increíblemente gratificante asistir a algún evento, conocer a artistas para entrevista y decirles: “¿Te puedo hacer una entrevista para la Revista Escafandra?”. En nuestros inicios debíamos explicar qué era la revista y cuál era nuestro objetivo y un montón de cosas más. Hoy en día la gente reacciona de otra forma, con una exclamación de reconocimiento: “¡Oh, si! ¡La revista Escafandra!”. He logrado comprobar que nos ubican de manera positiva.
Hemos recibido también colaboraciones de texto y arte audiovisual de todas partes de Latinoamérica y a veces de países más lejanos. Nos han llegado propuestas de Cuba, Venezuela, Colombia, Argentina, España y hasta de Italia y Taiwán, para citar solo algunos ejemplos. Fue increíble ver la respuesta que obtuvo nuestra primera convocatoria. Por cierto, ¿sabían que están abiertas nuestras nuevas convocatorias de texto y obra audiovisual? Pueden participar sin problema.
Este breve texto es solo para agradecer a todos los lectores de la revista por ayudarnos a convertirnos en lo que hoy somos. Todo este esfuerzo sería en vano si no tuviéramos un público que nos apoya, nos lee y le importan nuestras actividades. Muchas gracias y seguiremos esforzándonos por ustedes.