El centro comunitario de la Universidad Autónoma de Baja California, en Mexicali, es un área en el sótano que incluye la cafetería, papelería, un banco, pero también hay una galería. Esta es la sala de arte “Rubén García Benavides” del centro comunitario. Este lugar se ha convertido en un importante espacio para las artes en la ciudad. Este pasado 15 de mayo se inauguró una nueva exposición póstuma del pintor mexicalenste Rogelio Pérez Cano, quien falleció el año pasado. El título de la exposición es “Piérdanse en mi pintura, yo soy la noche”.
Rogelio Pérez Cano es un artista inusual dentro de Baja California. Era ingeniero de profesión, y llegó a la pintura ya de adulto, a través de cursos con el maestro Ramón Carrillo en la Casa de la cultura. Sin embargo, se desarrolló muy al margen del circuito del arte mexicalense. Es decir, de una forma alterativa y bastante fuera de las instituciones, sin necesariamente ser reconocido de la misma forma que otros artistas de su generación.
Personalmente nunca lo conocí, aunque ya había visto su obra con anterioridad, particularmente una exposición en la ahora desaparecida galería ARMA, que se encontraba enfrente de la Plaza Cachanilla. Esta galería era administrada por Gabriel Molina y el artista visual Fernando Méndez Corona. Este último organizó la exposición de la sala de arte, y él realizó la selección de piezas junto con Alejandra Pérez Cano, hermana del fallecido pintor. Fernando también se encargó de la gestión para que esta exposición viera la luz del día. Rogelio Pérez Cano fue un artista sumamente prolífico en vida, de manera que al morir dejó muchísima obra sin clasificar.
Una gran cantidad de piezas fueron seleccionadas para esta exposición, pero aún así quedó mucho material sin mostrar. Fernando estima que lo que se mostró en la sala de arte es apenas un 10% del total de obra inédita que aún queda. Fernando planea más exposiciones próximas con más obra inédita de Rogelio Pérez Cano en galerías mexicalenses.
La clasificación de las piezas también fue complicada, ya que el artista no dejó notas sistemáticas ni un catálogo claro. Algunas de las piezas tenían el nombre anotado en la parte posterior, o había alguna pista sobre su título, pero la gran mayoría aparecen “Sin título” y sin año en la ficha técnica. Esto debido a las circunstancias en las que se han encontrado las obras, las cuales podrían ser objeto de estudio posterior para crear una mejor clasificación.
La mayoría de las piezas son de mediano o pequeño formato, de temáticas muy variadas, de manera pictórica pero también se cuelan algunas abstractas. El texto de sala de la poeta Joelia Dávila lo pone en las siguientes palabras:
Me llama mucho la atención lo que se está construyendo en esta sala. Creo que el nombrarla “Rubén García Benavides”, quien es también un reconocido artista mexicalense, y montar exposiciones como esta nos habla de una ciudad que quiere construir su identidad artística. Invito a toda la gente a asistir a esta obra, conocerán a un gran artista del cual aún queda mucho por descubrir.
Gracias!!