Cuando pensamos que todo está dicho, algo nos recuerda que aún quedan historias por contar. El miércoles ocho de septiembre a las siete horas, ocurrió la charla “De la locura a la loquera. Historia de las instituciones de salud mental en Baja California, 1960-1990” impartida por el doctor Víctor Manuel Gruel Sández, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UABC. En poco más de media hora, expuso a los espectadores sobre este tema tan poco discutido, ajeno y casi oculto que es la atención psiquiátrica en el estado fronterizo.
Transmitida a través de los perfiles de Facebook y YouTube del Centro Cultural Tijuana (CECUT), fue parte del ciclo de conferencias Historia de Baja California, que está llevando acabo la Secretaría de Cultura del Gobierno de México a través del centro tijuanense y UABC. La meta de esta emisión fue explorar el recorrido de las instituciones de salud mental bajacalifornianas a través de las investigaciones del doctor Gruel, plasmadas en su más reciente publicación Rumor de locos. El hospital de La Rumorosa, 1931-1958.
Luego de ser presentado por el gerente de colecciones de CECUT, Carlos García, el presentador Gruel Sández fue narrando los acontecimientos más relevantes del tema, mientras las diapositivas de una presentación PowerPoint pasaban en pantalla. El primer antecedente sobre el tema en Baja California, ya bien entrado el siglo XX, no fue propiamente un manicomio ni una institución de salud mental. Era el Hospital de la Rumorosa, que solo era hospital por nombre, pues no se dedicaba de ninguna forma al cuidado o la atención de pacientes. Más bien, según informó el expositor, constituía un espacio custodial donde enfermeras y guardias de seguridad se dedicaban a vigilar a los internos.
Fue el Centro Psiquiátrico Comunitario de Mexicali la primera respuesta a un largo periodo carente de atención psiquiátrica, luego del cierre del Hospital de la Rumorosa. Su funcionamiento, de 1973 hasta 1987, fue una travesía llena de expectativas que no se cumplieron y terminaron en su derrumbe, ubicado donde hoy es la Facultad de Enfermería de la UABC. Incluso algunos de sus ladrillos fueron reutilizados para levantar la escuela, afirmó el investigador Víctor Gruel Sández.
Para finales del siglo XX, los prejuicios con los que muchas veces se les tachaba a las personas que requerían de atención psicológica fueron quedando atrás, a medida que predominaban las visiones más éticas y científicas. No obstante, la falta de atención de calidad representaba un problema de orden público para Mexicali. “Así como las cárceles, diría Foucault, sirven para entrenar a más delincuentes, los manicomios antiguos comenzaban a ser obsoletos”, declaró el doctor.
Es hasta 2006 que se creó el Instituto Psiquiátrico de Baja California, la única institución de este carácter en toda la entidad hasta la fecha. La falta de coordinación de las instituciones de salud mental de Tijuana y Mexicali, que persiste hasta el momento, encarece la atención psicológica y neurológica brindada. Esto afecta a la población bajacaliforniana que busca mejores opciones y debe pagar cientos de dólares por ellas. La falta de discusión y acción sobre este tema, evidenciada con la crítica y la investigación del expositor, dejó en claro la relevancia y todavía preocupante estado de la situación.
Al acabar la conferencia, lamentablemente no se destinó tiempo para que el público manifestara sus preguntas o comentarios; solo se proporcionó el correo de CECUT para enviarlos. Esto sucedió porque la charla estaba grabada de antemano. Creo que faltó ese momento de interacción en vivo, sobre todo por ser un tema tan poco escuchado, era probable que surgieran dudas.
La presentación PowerPoint, utilizada por el doctor Gruel, no era del todo llamativa, pero al contener distintas imágenes del registro histórico y en combinación con la voz dinámica del parlante, hizo la media hora muy llevadera. Cerraron la conferencia comentando sobre una segunda entrega de “Rumor de locos”, aunque no quedó claro si se trataría de una continuación o solo una reedición del libro.
El acontecer de la salud mental en Baja California es algo que debería discutirse más seguido. A pesar de que gran parte de los prejuicios quedaron atrás con el paso al nuevo mileno, el estigma no ha desaparecido del todo; por eso es importante acercar a la población este tipo de charlas, que nos hablan desde lo histórico pero también desde lo social y lo cultural. La historia es la manera en que el pasado vive en el presente, aunque todavía hay muchas cosas que no se han contado. Solo nos queda descubrirlas poco a poco y este círculo de conferencias es una forma de lograrlo. Con la ayuda charlas como esta tal vez un día a todo mundo le quede claro que la locura no existe, ni la loquera tampoco.