Vuelve la Feria Internacional del Libro UABC en 2021

La Feria Internacional del Libro (FIL) es uno de los eventos más importantes y esperados de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Con sus veintidós ediciones hasta el momento, ha logrado reunir en sus aras tanto a miembros de la comunidad universitaria como a familias, alumnado de todos los niveles educativos y demás público en general. A pesar de que el año pasado tuvo que ser suspendida en atención a las recomendaciones de las secretarías de Educación Pública y de Salud para evitar la propagación del Covid-19, en esta ocasión y para sorpresa de todos, volvió a darnos la bienvenida.

Cartel promocional de la FIL 2021

La FIL de este año tuvo lugar del miércoles doce al domingo dieciséis de mayo y estuvo llena de cambios con respecto a ediciones anteriores. Empezando por la ubicación. Habitualmente se colocaba frente al edificio de Vicerrectoría por la avenida Benito Juárez, pero este año se transfirió al estacionamiento de la Unidad Deportiva Rubén Castro Bojórquez. Al parecer esto se debió a que en este lugar había más espacio entre los puestos y los corredores, y mantiene mejor la distancia entre los asistentes.

FIL UABC en el estacionamiento de la unidad deportiva Rubén Castro Bojórquez

En cuanto a las medidas sanitarias que hicieron el evento posible, la entrada se realizó por un solo sitio y la salida por otro. Al llegar se proporcionaba gel antibacterial a cada asistente, se le tomaba la temperatura y se le hacía pasar debajo de un marco que rociaba con desinfectante todo su cuerpo. Había capacidad máxima de personas, por lo que si se alcanzaba el límite había que hacer fila por fuera del recinto.

La característica distribución laberíntica de la FIL, siempre combinando los diversos puestos de libros, música y artesanías, estuvo ausente. En lugar de esto se estableció un recorrido en línea recta por los pasillos, que facilitaba el flujo de gente. El escenario se situó en el centro de lugar, frente al cual se colocaron algunas sillas separadas entre sí para que los visitantes pudieran sentarse a escuchar las presentaciones.

Foro de presentaciones de la FIL UABC 2021

Los primeros días se intentó mantener un límite de dos personas por stand y en caso de ser sobrepasado, un miembro del staff pasaba a solicitar a los que se encontraran en el interior salir del espacio. La restricción tenía coherencia con la necesidad de mantener sana distancia, pero resultaba muy incómodo estar viendo algún libro y de repente tener que salir y esperar un turno para volver a ver el que acababas de dejar. Además, aguardar a que dos personas terminaran de ver todo lo que había en cada puesto era un poco molesto, por lo que muchas personas solo se iban o volvían a entrar una vez que el miembro del staff las perdía de vista. Esta regla, sin embargo, no se pudo mantener por mucho: en los últimos días (que cayeron en fin de semana) la feria estaba llena de parejas, grupos y familias, y con los mismos corredores abarrotados, mantener dos personas por stand se volvió prácticamente imposible.

La cantidad de vendedores fue menor. Algunas editoriales siempre invitadas faltaron, como Gandhi, y otras como Ediciones B o Penguin Random House presentaron selecciones bastante reducidas. Los puestos de segunda mano eran pocos, lo que complicó bastante la tarea de encontrar libros baratos. Los stands que ofrecían productos artesanales, joyería, arte y similares también eran contados y de verdad que se extrañó el área de comida, porque a la venta solo había disponibles bebidas y algunos dulces.

Stand de libros en la FIL UABC 2021

La FIL de este año fue una edición híbrida, ya que aunque volvieron los libros a los estantes, muchos de los eventos se mantuvieron en la virtualidad. Hubo presentaciones de libros, lecturas de obra, charlas con autores, cuentacuentos y demás presentaciones que se transmitieron en vivo tanto por las redes sociales de Cultura UABC, como por las de la Feria Internacional del Libro UABC, con invitados de toda la república. Sobre el escenario presencial también hubo eventos como los ya mencionados, además de algunos bailes y presentaciones musicales.

La que no faltó fue el área infantil, que al igual que en ocasiones anteriores, se le designó un espacio alejado de la carpa principal, con la diferencia de que esta vez el acceso era exclusivo para niños o niñas y algún acompañante. Para las y los pequeños se impartieron diversos talleres y se presentaron obras de teatro, tanto en el sitio como en línea.

La dinámica de los conciertos sí fue algo inesperado y totalmente diferente, tanto para asistentes como para los artistas invitados. Al parecer estaba planeado que se llevaran cabo de manera tradicional, pero las condiciones sanitarias del estado no lo permitieron. En su lugar, se reemplazaron por los “autoconciertos”, que invitaban a los interesados a asistir con su vehículo y presenciar el show desde ahí, con tal de facilitar la sana distancia. En lo personal, considero que fue un ejercicio bastante funcional, ya que el equipo de sonido permitió escuchar con claridad, incluso desde los puntos más alejados y así se consiguió en la medida de lo posible retomar los conciertos presenciales, que desde el inicio de la pandemia habían sido irrealizables. Lo malo fue que hubo un cupo demasiado limitado en el estacionamiento y era necesario adquirir pases de acceso (sin costo) con anterioridad, los cuales se agotaron enseguida, por lo que mucha gente no tuvo acceso a las presentaciones.

Asistentes a un autoconcierto de la FIL UABC 2021

El resurgimiento de la Feria del Libro 2021 pudo haber sido un poco precipitado, tal vez hasta para los mismos organizadores. Fue muy evidente que hasta en el diseño de los carteles promocionales, de los folletos e incluso de los separadores, no se siguió un mismo concepto, cosa que se venía trabajando en ediciones anteriores.

Sin duda fue arriesgado realizar un evento que reuniría a tanta gente, en especial considerando que el semáforo epidemiológico pasó para Baja California de amarillo a naranja, a solo unos días del evento. Hubo muchas cosas que se reemplazaron y otras que se extrañaron, pero es comprensible que era necesaria una adaptación para que pudiéramos disfrutar de este tradicional evento universitario, con todo y medidas sanitarias.

Asistentes a la FIL UABC 2021

Si al final no representó un riesgo tan grande o si hubiera sido mejor esperar un poco más para la vigésimo segunda edición de la FIL UABC, se sabrá más temprano que tarde. Hay que cruzar los dedos para que sea lo primero y no lo segundo, porque sin duda y a pesar de todas las modificaciones, fue un gusto tener de vuelta la fiesta de libros más importante de nuestra comunidad.

-Priscila Rosas

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