Normalmente los Óscares son una tradición que se repite anualmente cada febrero, pero este año fueron pospuestos gracias a la pandemia, realizándose finalmente en abril. Definitivamente los Óscares numero 93 fueron congruentes con el año previamente vivido, siendo una ceremonia inusual. El gran ganador de la noche, Anthony Hopkins por mejor actor, no asistió. Fue una noche de victorias para Netflix, lo cual no es extraño si tenemos en cuenta que fue lo único que nos mantuvo fuera de la locura en cuarentena y Brad Pitt no supo pronunciar los nombres de las nominadas a mejor actriz de reparto.
En un año sin poder asistir al cine a ver películas, y donde retrasaron todas aquellas que moríamos por ver, lo mejor de estos Óscares fue Chloé Zaho siendo la segunda mujer en ganar el Oscar a mejor dirección (segunda en 93 años) y el Valentino amarillo usado por Zendaya en la ceremonia.
Sin ningún tipo de discurso para terminar la ceremonia el final se sintió como toda la velada, abrupta.
Personalmente los Óscares siempre han sido algo que espero con ansias, son mi superbowl. Y claro es divertido quejarse de ellos todos los años por no ir de a manera que uno espera o quiere, pero no debemos perder su sentido en realidad, son la celebración del arte que te mantiene a la orilla de tu asiento o que te hace sentir mas allá de lo personal.
Entre tanto show empezamos a creer que solo son celebridades dando premios a otras celebridades y perdemos lo que es darle el reconocimiento que merece el arte.
Este año hubo muy buenas cosas entre todo aquello que simplemente no salió acorde. Fue nominado Riz Ahmed, primer actor musulmán en la categoría de mejor actor y Yuh-jung Youn fue la primera actriz coreana en ganar la categoría de mejor actriz de reparto.
Fue un año difícil para la industria cinematográfica y a pesar de ello buenas historias lograron salir, me gusta pensar que estos Óscares nos dejan con muchas ganas de algo mejor en producción. Y muchos estamos ansiosos de aquellos proyectos prometidos para el año pasado y aplazados a este, prometiéndonos de esta manera un regreso que nos dará lo que nos hizo falta.