El pasado jueves 17 de septiembre, se transmitió a través de la plataforma Facebook el taller “Introducción a la Lengua de Señas Mexicana”, impartido por la licenciada Dayana Razo Rosales y organizado por el club Rotarac Mexicali Centinela. La transmisión empezó a las nueve de la noche con una duración de media hora.
Apoyándose en una presentación de diapositivas, la tallerista partió por brindar algunos conceptos importantes para introducir el tema. Entre ellos, se dio prioridad a la diferencia entre los términos “lengua” y “lenguaje”, dejando en claro que este sistema de señas utilizado por las personas sordas debe ser llamado como lo primero, no como lo segundo. Después, pasó a desmentir algunos mitos que giran en torno a los individuos con discapacidad auditiva y al uso de la lengua de señas, como la creencia sobre las personas sordas también suelen ser mudas, o que la lengua de señas es la misma en todo el mundo, ambas suposiciones falsas.
Antes de entrar a la práctica, enlistó algunos motivos por los cuales aprender Lengua de Señas Mexicana (LSM), enfatizando en lo práctico que resulta no solo para personas sordas, también para personas oyentes. La parte más intensiva del taller consistió en el aprendizaje de algunas señas básicas y palabras de uso común; cómo decir “Hola”, dar los buenos días, agradecer y despedirse fueron algunas de ellas. Después, la tallerista mostró la forma en que se comunican algunos verbos, como “trabajar”, “estudiar”, “comer”, entre otros.
Finalizó con una invitación a los espectadores para que se acerquen a la Lengua de Señas Mexicana, mencionando la Asociación de Sordos de Mexicali (ASOME). Terminada la presentación, la moderadora de Rotarac procedió a la lectura de algunas preguntas del público dejadas en el chat de la transmisión.
A pesar de su corta duración, el taller cumplió con su propósito: servir de gancho para quienes posean interés en la Lengua de Señas. La licenciada abarcó de forma sencilla y a la vez completa todos los temas, dando un panorama general bien logrado, de forma que los espectadores pudieran sentirse informados sin sobrecargarse de datos. Además, la claridad, simpatía y buen tono de voz de la tallerista facilitó la comprensión y alimentó un ambiente amigable y divertido durante toda la transmisión. La forma de animar a realizar las señas a la par de ella resultó cautivante para sus espectadores, de manera que despertaba la curiosidad y llevaba de inmediato a la imitación con las propias manos.
Como una probadita, este taller sirvió para adentrar al público en el universo de la lengua de señas, tan recomendada para sordos como para oyentes, evidenciando que entre más practicantes haya, más es posible alcanzar una comunidad incluyente y justa para todos.
–Priscila Rosas.