El pasado quince de mayo, como parte de la programación de la XXII Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California (FIL UABC) tuvo lugar el autoconcierto del grupo Descartes a Kant en el estacionamiento de la Unidad Deportiva Rubén Castro Bojorquez en Mexicali. Fue transmitido a través de la página de Facebook de Cultura UABC, principalmente en beneficio de aquellos que debido al cupo limitado del evento no pudieron asistir.
Esta agrupación es originaria de Guadalajara y surgió en 2001. Está conformada por Sandrushka Petrova, Dafne Carballo, Ana Cristina Moreno, Memo Ibarra, Jorge Chávez y Andro Muñoz.
Su estilo me recordó un poco a la banda estadounidense de rock alternativo Hole, liderada por la cantautora, Courtney Love, así como a la banda de indie rock Yeah Yeah Yeahs. Aunque sería en vano seguir haciendo comparaciones, ya que su música es un mezcla de distintos géneros y no podríamos encasillarla en alguno.
No obstante, en su página oficial describen su sonido como algo híbrido entre el avant garde rock y el punk-cabaret-noise, y a su show en vivo como una combinación caóticamente orquestada de steam punk, ballet clásico y teatro guiñol. Algo difícil de imaginar para aquellos que están acostumbrados a escuchar los géneros clásicos o la oferta musical del mainstream.
Durante su presentación demostraron que al alternar sonidos dulces, ritmos frenéticos y a veces oscuros, son capaces de crear una atmósfera que confunde los sentidos. Esto, junto a su toque de teatralidad facilitó que pudieran realizar un espectáculo inusual bajo los reflectores. Una muestra de ello fue cuando la cantante Sandrushka Petrova, habló con una voz modificada por el sintetizador en el intermedio de cada canción, la cual sonó masculina y un tanto tenebrosa.
Al darte cuenta que su efecto vocal contradice lo visual, te preguntas: ¿Quién está hablando en el escenario? ¿Qué no se supone que solo había voces femeninas? ¿Por qué la cantante suena como la poseída de las películas de terror? Aunque en el fondo sabes que no hay nada que temer, pues todo forma parte de su alocado performance, el cual esta hecho para transmitir una gran experiencia sensorial.
Por lo pronto, hay que festejar por este autoconcierto y por todos los demás, ya que nos demostraron que es posible seguir realizando eventos musicales a pesar de la pandemia.
Posdata. Les debo el enlace del evento, pues así como existen los mensajes que se autodestruyen, la página de Facebook de Cultura UABC acaba de eliminar la transmisión después tenerla publicada durante cuatro días.
-Karla Duarte