Conozco a Evil Bichu desde que salimos al mundo ya vacunados después de la cuarentena en 2021. Me la encontré en una after del mundo artístico, casi por casualidad porque me encontraba tomando fotos como siempre y de pronto su amigo me pidió que les tomara una fotografía a los tres que iban esa noche. Después de seguirla en redes me familiaricé con su trabajo, que desde entonces se ha viralizado varias veces, ha salido en noticias y cada cierto tiempo se vuelve tendencia. ¿Qué tiene en común la mayor parte de sus obras? Contienen muchos memes y muchos aliens.
Egresada de diseño gráfico y ciudadana norteamericana, Bichu se desempeña profesionalmente en ambos lados de la frontera. Aunque realiza pintura de caballete, se enfoca principalmente en los murales, de forma más cercana al graffitti. Murales con perritos panzones, hongos, pokemones, gatos, Cheems, ranitas y aliens… Muchos aliens. Cuando me los encuentro en la ciudad, también por casualidad como me la encontré a ella, me causan simpatía y a veces risa. Sus dibujos tienen algo de inocentes, con estéticas que provienen de las caricaturas o el anime y también del arte psicodélico, con colores sólidos y saturados. Verlos siempre me alegra. Murales suyos abundan por toda la ciudad de Mexicali pero también se desparraman a lugares aledaños como La Rumorosa, Tecate, Tijuana, Ensenada, Caléxico y El Centro, California.
Cuando decidí escribir sobre ella la entrevisté telefónicamente. Ahí fue donde se complicó la cosa. Se hizo muy obvio lo que ya me había comentado y no le creí en un principio: es muy tímida, no le gusta hablar sobre sí misma. Tampoco le gusta que tome fotografías de su rostro y un día me reveló que se molestaba cada que publicaba sus fotos en mi Instagram con el rostro descubierto, y que solo me lo permitía porque le caía bien. Ella no fue la única en decírmelo, varios artistas me comentaron lo mismo y desde ese entonces empecé a tener más cuidado, pero aprecié que me permitieran publicarlos.
Aunque ya habíamos platicado de los temas más variados, me costó mucho trabajo que ahondara en su vida y obra durante nuestra entrevista telefónica. Aún así, me enteré de que siempre le interesó el dibujo y la pintura, pero al principio no los tomó en serio como profesión. Fue hasta que tomó cursos de arte en el Imperial Valley College que comprendió que esa era su vocación. Así que después de otros cursos ingresó a la licenciatura en diseño gráfico en la universidad UNIDEP de Mexicali.
El evento que transformó su carrera fue cuando hizo por primera vez un mural con aerosol. Fue invitada por otros dos artistas que se enfocan en el arte callejero, y la invitaron a decorar una pequeña caseta de una tienda de papitas y otros alimentos cerca de la clínica 31 del Seguro Social, por la avenida Lerdo de Tejada. El mural aún sigue ahí y refleja su estilo hasta el día de hoy.
No le gusta mucho vender sus obras, ya que para “son sus bebés”. Solo en ocasiones muy especiales se ha desprendido de algunas de sus pinturas. Pero ha trabajado como ilustradora para cervecerías artesanales, como Malgro y Hornet. También ha pintado múltiples murales para múltiples negocios y otros por simple gusto con materiales que puede reciclar de otros trabajos. Su trabajo profesional como el personal conservan el mismo estilo.
Creo que sus momentos de mayor notoriedad han sucedido cuando periódicos, como La voz de la frontera, han compartido sus murales en redes sociales. Además de que en una noticia de la nota roja, sobre el arresto de un joven, se realizó justo enfrente de un mural de Bichu por lo que la foto inmortalizó la imagen. Además también ha sido compartido por páginas que se dedican a la ahora fallecida perrita Cheems, cuyo nombre real era Balltze.
¿Y cómo olvidar el día que el mismísimo Jaime Maussán compartió uno de sus murales? Ahora que Maussán ha estado en las noticias con los supuestos aliens que presentó en un foro dentro de la Cámara de diputados de México. Recientemente recompartió el mural donde sale retratado con “unos aliensillos”.
Quería escribir de esta joven artista para que identifiquen sus obras cuando transiten por las calles de Baja California. En lo particular me encanta ver estas coloridas imágenes que me sacan de mi a veces gris realidad. Muy reconocible es también su apariencia: con el cabello siempre de colores extravagantes como el verde o el azul. Siempre con gorras y en ocasiones con el rostro oculto para las fotografías. Es extraño su nombre artístico sobre todo al compararlo con sus obras: ¿Evil Bichu? ¿Qué tiene de malvada? No lo sé, pero ella afirma que tiene un lado malvado, que se complementa con el nombre de un personaje de un anime que le gusta: Ebichu, y que es por lo general su imagen de perfil en redes sociales.
Yo quería saber hacia dónde dirigiría su talento y creatividad. “¿Qué planes tienes a futuro?”, pregunté durante la entrevista. “Seguir siendo feliz”, respondió inmediatamente.