¿A quién le pertenece la “juventud”?
El dramaturgo irlandés Bernard Shaw una vez dijo: “La juventud es la cosa más hermosa de este mundo—¡y qué pena que se desperdicie en los niños!”. O, tal vez, fue el otro famoso irlandés Oscar Wilde quien lo dijo. Honestamente, el verdadero origen de esta frase nunca ha sido descubierto. Lo que sí está claro, sin embargo, es el sentimiento que esta oración (y por lo tanto, cualquiera que la use) sostiene: la infancia es preciosa. Los niños no lo son.
La comercialización de la infancia es uno de los fenómenos más preocupantes que afecta a nuestras sociedades contemporáneas. La cultura hiper-consumista del capitalismo posmoderno, en combinación con una creciente dependencia al Internet a nivel global, han creado todo un mercado centrado en la infantilización de los adultos, los cuales desesperadamente buscan un escape de la mundanidad y las presiones del mundo laboral.
Las señales estan en todas partes: en el cine, no faltan los “remakes” de Disney cada año, sin contar el número de adultos que atienden religiosamente a cada nueva película de Marvel, más emocionados y entretenidos que incluso los mismos niños. En la moda, ahora es tendencia entre las mujeres verstirse cada vez más jóvenes, imitando el estilo de adolescentes en TikTok y en Instagram. Y en la pornografía, existen géneros como las tales “colegialas”, “barely legal”, y “teen”; los cuales son algunos de los términos más buscados en Latinoamérica y Estados Unidos.
Mediante esta saturación de contenido que idealiza (y hasta sexualiza) el concepto de la juventud, los paradigmas de la “adultez” y las etapas típicas de la vida como se han reconocido durante la historia de la humanidad, se han ido haciendo cada vez más obsoletas. El periodo de adolescencia se ha extendido exponencialmente–para muchos adultos, de manera permanente.
Como resultado, los niños se han visto en la extraña situación de tener que saltarse sus propias infancias.
Sin adultos responsables que los guíen, los niños existen bajo la constante presión de madurar más rápido. Consumen tanto contenido en medios digitales que terminan siendo consumidos ellos mismos; sufriendo de estados mentales depresivos causados por el aislamiento y la constante comparación entre sus vidas “regulares” y la de las demás personas en redes sociales. Se convierten en niños que no saben cómo mantener relaciones humanas sin el filtro de una pantalla. Niños que después procederán a crecer dentro de un mercado que les ofrecerá la oportunidad de comprar la infancia que nunca tuvieron.
Es mi intención representar estas problemáticas sociales a través del arte objetual. Específicamente, a través de la imagen de los juguetes didácticos
Los juguetes que se han intervenido para esta serie fotográfica representan una visión (no tan) surrealista de productos que existen en un mundo habitado por adultos que vilmente se han apropiado de los espacios, símbolos, y objetos de los niños y adolescentes para satisfacer sus propios placeres.
Son una crítica hacia un sistema que corrompe a los niños a que actúen como mayores, mientras que infantiliza a los adultos para mantener vivas las industrias que se especializan en vender la promesa de la juventud eterna.
Esta serie nos pregunta: ¿qué tipo de aprendizaje se les puede dar a los niños de hoy cuando son criados en un ambiente que solo se interesa en ellos por sus cuerpos y no por su carácter o su bienestar psicológico? Crítica la cultura abiertamente pedófila y explotadora de la industria pornográfica, más sus efectos en generaciones nuevas. Y explora cómo los seres humanos hemos reemplazado partes vitales de nosotros con chatarra digital y cultura pop, como una especie de remedio casero para llenar el gran vacío que sentimos colectivamente en la época del Post-Internet.
“Modern Human Anatomy Toy”. Juguetes de plastico intervenidos con calcomanias, acrilico, y resina. 2022. Nahomi Baez Corpus.
“See & Say”. Juguete de Fisher-Price intervenido con calcomanias originales y audio. 2022. Nahomi Baez Corpus.
“Teeny Boppers View-Master Reel Set”. Juguete de View-Master intervenido con disco original y paquete hecho a mano. 2022. Nahomi Baez Corpus.