Con un guion de apenas diez páginas, veintiocho días de rodaje y mucha improvisación, el controversial director franco-argentino Gaspar Noé (Irreversible, Enter the Void), nos trae una película de ciento cuarenta y dos minutos, que recientemente se estrenó en julio de este año y también formó parte del festival de Cannes del año pasado pero recientemente llegó su estreno a cines y en Blu-ray.
La trama nos habla de una pareja de viejos octogenarios, un crítico de cine (Dario Argento) y una psiquiatra (Françoise Lebrun), quienes son afectados por el peso de la edad y la demencia en su rutina, mientras que su hijo y único apoyo Stéphane (Alex Lutz) lidia con sus propios problemas.
De lleno en la película, lo primero a resaltar es la fotografía de Benoît Debie, que como en toda la filmografía de Noé, busca ser de gran atractivo. Y esta historia se cuenta mediante la pantalla dividida, a través de esta propuesta la cinta nos sumerge en la intimidad de la dupla, que pronto nos expone la problemática relación que tienen. Además de que esta técnica logra crear muchas escenas que contrastan, ya que por un lado vemos la perspectiva del padre, y en la otra de la madre, en donde cada uno recorre un camino diferente. Muy parecido a la cinta de Brian De Palma, Hermanas.
Como acostumbra, Noé juega con el lenguaje cinematográfico, y hace que sus cintas se sientan familiares pero a su vez cada una, muy única a la anterior, pero al mismo tiempo unidas por temas en particular: el tiempo y el dolor.
La cinta difiere mucho con las otras películas del cineasta debido a que, si bien, no contienen los elaborados planos con grúa y las luces neón que captan rápidamente la atención, es el peso de la narrativa lo que nos destruye (que es lo que pretende lograr la cinta), las actuaciones protagónicas viven al momento de las escenas, ya que muchas de estas fueron improvisadas. Françoise Lebrun llega a conmover y desesperarnos con el personaje de una anciana con demencia, quien considero que quien nos guía en la historia, hacia el calvario de los protagonistas.
Vortex es una cinta de sabor amargo, pero no por su calidad, sino por la naturaleza de la trama, y es que son pocas las cintas que buscan retratar a profundidad la vejez, y más de una manera tan cruda. Nos deja ver como nuestra vida es capaz de desvanecerse un parpadeo, Gaspar Noé pone todo su corazón en la cinta para, como suele hacerlo, destrozar al espectador, pero ya no solo a lo visual, sino de una manera íntima y argumentativa.
La película llegó a la plataforma de MUBI el 30 de septiembre y se encuentra disponible en Blu-ray.
–Ángel Higuera.