La primera vez que presencié un evento de cover dance fue en 2014, cuando todavía estaba en secundaria. Se realizó en el parque Juventud 2000 y asistimos, a lo mucho, treinta personas. Ese fue mi último contacto con este tipo de baile en mucho tiempo, razón por la cual, la tarde del 14 de noviembre del presente año, quedé impresionada al ver que éramos más de doscientos espectadores en el “K-Universe, Convivencia de Cover Dance 2021”, llevado a cabo en la Casa de la Cultura de la avenida Madero en Mexicali.
En el lugar había algunos puestos de comida y de venta de artículos de anime y K-pop. Aunque había bastante público adulto (probablemente familiares de los participantes) la mayoría era joven. Una vestimenta particular se distinguía entre los fans del pop coreano, que portaban camisetas de sus grupos favoritos, arneses, prendas rotas, cadenas decorativas y cabello de colores llamativos. Era un estilo que combinaba lo urbano y lo punk, cuya innegable presencia comprobaba cómo el género de música asiática, más allá de ser una tendencia, ya ha formado toda una comunidad.
El cover dance es un tipo de baile que consiste en la imitación, adaptación e incluso reinvención de coreografías de videos musicales, particular y comúnmente de grupos de K-pop. La historia del cover dance en Mexicali se remonta al año 2010, cuando se integraba como espectáculo a las convenciones de anime. Poco a poco el gremio fue creciendo a medida que la música coreana se popularizaba y los grupos de baile socializaban entre ellos, llegado el punto en que las presentaciones y concursos de cover dance ya son eventos muy aparte de los que tienen que ver con dibujos japoneses.
Aunque la cita era a las tres de la tarde, las presentaciones iniciaron media hora después. Subieron al escenario grupos femeniles y varoniles, solitas y dúos a bailar al ritmo de los hits de Corea, mientras los espectadores gritaban emocionados y coreaban la letra de las canciones. A pesar de que no todas las personas apuntadas al evento llegaron, hubo más de treinta participaciones. La conductora del evento, Stephanie Olea, era bastante conocida entre los asistentes, pues antes formaba parte de un grupo de cover dance llamado Hanami Dancers. El equipo de sonido estaba a cargo del DJ Gio.
Rosie Díaz, colaboradora del Instituto de Cultura de Baja California (IMACUM), fue quien se encargó de la organización. Ya que la comunidad de kpopers cachanillas pasó bastante tiempo inactiva debido a la pandemia, aprovechó que ahora las condiciones sanitarias parecen estar más controladas para buscar el apoyo de IMACUM y Casa de la Cultura, con el fin de hacer posible un espacio en el que artistas y bailarines volvieran a expresarse a través del cover dance. El “K-Universe, Convivencia de Cover Dance 2021” fue el primer evento en su tipo desde el inicio de la contingencia sanitaria, y “aunque algunos grupos de baile se disolvieron durante ese periodo de inactividad, otros surgieron” mencionó Rosie Díaz, “más ahora que la cultura del K-pop está creciendo muchísimo”.
También comentó que, en un inicio, los directivos de las instituciones dudaban de la asistencia que tendría, pero afortunadamente se anotaron bastantes grupos y llegaron muchos espectadores. La convocatoria se hizo a través de redes sociales; para participar, era necesario presentar el certificado de vacunación y llevar una prueba reciente de COVID-19 con resultado negativo. “Si bien es importante popularizar, también hay que cuidarnos” agregó la organizadora, quien de igual manera subió al escenario con su grupo Black Angels.
Como eran muchos participantes, el show se dividió en dos bloques separados por un intermedio, en el que hubo batallas de break dance. Si bien fue interesante admirar otro tipo de baile, las intervenciones duraron cerca de una hora, cuestión que no me pareció muy estratégica ya que la mayoría estábamos ahí por el K-pop. Al final, me pareció que tanto el intermedio como el evento en general se extendieron demasiado, éste último llegando prácticamente a las cuatro horas de duración.
A pesar de todo, las coreografías siempre mantenían la atención. Se requiere de una buena condición física para aguantar toda una canción efectuando pasos, saltos, movimientos y hasta piruetas tal y como lo hacen las y los idols, de eso no cabe duda. Aunque no me considero fan del pop coreano, me sentí sumamente complacida al ver que ha tomado tal importancia en nuestra ciudad, al grado de recibir apoyo del gobierno municipal. Por allá por 2014, cuando presencié por primera vez las presentaciones de cover dance de la época, nunca me imaginé que unos años después asistiría a todo un festival en la Casa de la Cultura.
El esfuerzo de organizadores, colaboradores, participantes y también asistentes fue notable y espero que se repita. Después de todo, parece ser que el K-pop no es solo una moda sino la razón de ser de toda una comunidad, y eso no es poca cosa. Por fortuna, todas las presentaciones fueron grabadas y se encuentran en la página de facebook KMe. Invito a todo mundo a darse una vuelta por los videos y a estar al tanto de las siguientes actividades de la comunidad de cover dance cachanilla, pues siendo o no fans del K-pop, no está demás acercarse al género que parece estar dominando al mundo.