La Sala Internacional del Centro Estatal de las Artes Ensenada (CEARTE) contiene actualmente una exposición fotográfica muy impactante. Tiene como título 27 años, 8 meses, 14 días y es de la fotógrafa mexicana Vida Yovanovich, quien ha participado en exposiciones a lo largo del mundo y tiene una trayectoria importante que empezó en 1983. Esta reciente exposición trata sobre mujeres encarceladas, a través de imágenes tomadas durante un periodo de más de diez años.
La exposición está dividida en varias secciones. En una de ellas de nombre “Abismo de ausencia”, se exhiben fotografías de gran formato, casi del tamaño de anuncios publicitarios, con mujeres y su vida cotidiana en la cárcel. Las imágenes son sumamente sugerentes, ya que insinúan de una manera muy artística la forma de vida de estas mujeres.
Esta misma sección también muestra fotografías tamaño postal con diversos objetos que utilizan las mujeres en su vida cotidiana, las cuales nos complementan la experiencia. Cabe destacar que ninguna de estas fotografías tiene ficha técnica o nombre propio, ya que están pensadas para leerse en conjunto.
Otra sección de la exposición lleva como nombre “Mujer y tiempo”. Muestra fotografías translúcidas de tamaño natural a cuerpo completo de internas en reclusorios, mujeres que entraron a la cárcel pos matar a sus parejas y que tienen muchos años para pensar en lo sucedido.
La parte más llamativa, desde mi punto de vista, es una proyección en video que se encuentra en la esquina de la galería de nombre “Soledades sonoras”. Se muestran diversas fotografías de mujeres en la cárcel mientras que en el audio se escuchan entrevistas con las mismas. Los testimonios son desgarradores, en su propia voz las internas nos cuentan de sus problemas familiares, problemas con las drogas, abuso sexual y las circunstancias que las llevaron a caer presas. Además, platican con mucho detalle cómo es su vida en la cárcel.
Lo más destacable de esta exposición es la empatía que puede generar en el espectador, ya que estas mujeres ha cometido crímenes graves, pero aún así siguen siendo personas con derechos y autonomía. Muchas de ellas sufrieron tremendos abusos en su vida en libertad o actuaron en defensa propia. Es fácil para la gente que está fuera pensar en las reclusas como seres infrahumanos, por ello son importantes obras como esta, que nos permiten ver la humanidad que todos compartimos.
Por otra parte, la sutileza y creatividad de las fotografías, todas ellas a blanco y negro, es admirable. La fotógrafa nunca cae en amarillismo o imágenes burdas. Todas sugieren, insinúan con un ojo clínico.
Esta exposición ya se exhibió anteriormente en Mexicali dentro del IIC-Museo de la UABC, también en el CEART de Tijuana. Pero en esta ocasión la comunidad de Ensenada tiene la oportunidad de visitarla, con todos los protocolos sanitarios, a partir de las 11 a. m. en el CEARTE.