Amiga mía, te dejé pasar por praderas de piedra que se esconden bajo mi alma. Lo habitan estaciones que se pierden en otoño e invierno. Un clima de nubes y tornados. Un viento seco y arenoso. Una luna y sol en pesadumbre. Las flores se niegan a salir. Tú, que llevas semillas en los labios, con la ilusión de ver un verde pasto crecer. Tú, que llevas vigor en el tacto, esperando una primavera de flores germinar. Un viento cálido anunciando un verano por primera vez. Que con tiernas palabras llamas al sol, y con cantos de ensueño atraes a la luna. Amiga mía, si este es tu ambiente ideal, lugar perpetuo para embellecer. Te pido que te quedes el tiempo eterno, para no volver al marchito sitio al que pertenecí alguna vez.
–Ángel Mora.
“Porque no soy poeta Pero siento amor Y eso es suficiente para desahogarme por medio de las letras Cuando me falla la voz”