A consecuencia del distanciamiento social y la frialdad de las redes sociales, se volvió más evidente la indispensabilidad de la interacción humana. Sin quitarle relevancia a los acontecimientos de nuestro entorno, la situación actual que vemos en pantalla (nuestra ventana al mundo exterior) es un poco agobiante. En medio de tanto enredo, fue reconfortante escuchar breves anécdotas de situaciones cotidianas que manifiestan diferentes perspectivas de la vida ensenadense.
En “Tarde de Relatos”, diez monólogos en modo de crónica fueron compartidos al aire libre. Esto fue el producto del taller de escritura organizado por “Relatos del puerto”, con el fin de impulsar el arte narrativo. A lo largo de doce sesiones, los participantes fueron guiados por Asael Arrollo Re, director y editor de la revista “El Septentrión”, para confeccionar sus relatos. Como Asael Arroyo y Francisco Parés mencionaron, la estructura es un punto clave para expresar de manera concisa lo que queremos decir. Es por eso, que las actividades realizadas en el curso fueron enfocadas en ayudar a los autores a organizar sus ideas y plasmarlas en sus escritos.
Las estrategias de trabajo se vieron efectivas, ya que gracias a la fluidez y el dinamismo de los lectores, el contenido fue verdaderamente entretenido. “Tarde de Relatos” enriqueció al oído receptor de divertidas y conmovedoras narraciones, que a pesar de ser tan distintas, manifestaban vívidamente a su común denominador, Ensenada. Reitero la declaración de Asael Arroyo, el grupo de narradores era un grupo ecléctico, lo cual enriqueció tanto al proyecto como la perspectiva de la ciudad. Los integrantes, reunidos por el amor a la escritura, con edades, intereses y profesiones distintas, revelaron su manera única de conocer la vida porteña.
A veces olvidamos la magia de los pequeños detalles que nos rodean y creo que a través de experiencias como estas tenemos la oportunidad de volver a hacerlo. “Relatos del Puerto”, es un proyecto dedicado a compartir las voces de Ensenada, resaltando particularidades que nos construyen como ciudad. Ya sea escribiendo o escuchando, ambas son una manera de volver a conectarnos, con nuestro entorno material y social.
-Zehuary Olmos.